lunes, 28 de abril de 2014

Contentextualización literaria

Durante el primer tercio del siglo XX aparecen tres grupos generacionales de ensayistas y poetas españoles:

Generación del 98: (Modernismo) Su labor fue la de salvar a España. Estaba formado por autores que nacían entre 1964 y 1976 como Baroja, Azorín, Maetzu, Valle-Inclán... 

Se caracterizaba por:

- El escepticismo y el pesimismo

-Admiración por Larra, Quevedo o Cervantes; que les servían de ejemplo para múltiples ensayos

- La sobriedad y concisión: se concede una mayor importancia a la idea que a su expresión

- Antirretoricismo, es decir utilizaban un estilo fácil de entender

- Subjetivismo: pretenden que el paisaje sea reflejo de los sentimientos de los escritores

- Innovaciones en los géneros literarios: la nivola de Unamuno (una temática particular, líneas de tiempo y acción específicas, convencionalismos sociales… una especie de guión no escrito pero aceptado por todos) y el esperpento de Valle-Inclán.

- La búsqueda de Dios, quieren encontrar a un Jesús vivo a un Dios verdadero pero no lo encuentran.

- Regeneracionalismo





Generación del 14: (Novecentismo) Su objetivo principal era renovar estéticamente la literatura y el arte de la época para conseguir una estética más moderna y propia del siglo XX. Estaba formado por autores que se situaban cronológicamente entre la generación del 98 y la del 27 como José Ortega y Gasset, Gabriel Miró, Ramón Pérez de Ayala...

Se caracterizaba por:

- Se unen por el estallido de la primera guerra mundial 


- Apoyar las reformas sociales y políticas que transformaran la sociedad

- Sentir España como parte de Europa

- Defender los valores de la inteligencia, la disciplina de trabajo y el pensamiento

- En cuanto a la literatura, buscan el arte puro y la belleza de la obra alejándose del sentimentalismo noventayochista y la experiencia vital para buscar mayor objetividad

- Adoptar características de movimientos anteriores como el Modernismo y el 98: el ritmo, la musicalidad y el tratamiento profundo de determinados temas

- Usar un estilo riguroso, un lenguaje eficaz, lleno de recursos expresivos. Preocupación por la forma




Generación del 27Todos sienten la necesidad de encontrar un lenguaje poético que exprese mejor los temas que tratan. Estaba formado por autores nacidos durante 1890-1900 como Pedro Salinas, Jorge Guillén, Dámaso Alonso, Gerardo Diego, Federico García Lorca y Rafael Alberti...


Se caracterizaba por:


- Aunque desean encontrar nuevas fórmulas poéticas, no rompen con nuestras tradiciones y sienten admiración por el lenguaje poético de Góngora, por nuestros autores clásicos y por las formas populares del Romancero.


- Intentan encontrar la belleza a través de la imagen


- Estaban en torno a una vanguardia llamada surrealismo


- Quieren representar la realidad sin describirla


Sienten especial interés por los grandes asuntos del Hombre, como el amor, la muerte, el destino... y los temas cargados de raíces populares


-Se preocupan fundamentalmente de la expresión lingüística y buscan un lenguaje cargado de lirismo







El teatro español del siglo XX podría clasificarse en las siguientes tendencias:

El teatro que triunfa, que se trata de un teatro comercial, muy apreciado por las clases
burguesas urbanas que cuentacon sus espectadores habituales. 

Dentro de esta tendencia se pueden distinguir los siguientes grupos : 

1.- La comedia burguesa de Benavente y sus seguidores. 


2.- El teatro en verso, neorromántico, tradicionalista que incorpora las formas típicas
del Modernismo. 


3.- El teatro cómico, en el que podemos observar que predomina el costumbrismo. 


El teatro innovador, en el que se hayan:

1.- Las experiencias teatrales de algunos autores de la generación de 98 ( Unamuno y Azorín y el teatro de Valle Inclán)

2.- Los intentos innovadores de los movimientos vanguardistas y de la Generación del 27. 

 Don Jacinto Benavente (Madrid, 1866-1957) nos propuso un teatro sin grandilocuencia, con una preferente atención a los ambientes de carácter cotidiano. Se trata de un experto en los juegos escénicos y de un maestro en cuanto a la construcción de diálogos fluidos, su obra supone una amable crítica de los ideales burgueses.

Otras veces intenta el "drama rural" aunque jamás consigue imitar  la grandeza de las obras de García Lorca en este campo. 

A pesar de todo, Benavente era aclamado por el público.

 Fue miembro de la Real Academia Española y en 1922 le fue concedido el Premio Nóbel.  

El teatro en verso:

Supone presencia en los escenarios del modernismo
Pero a estos versos que lo componen, tan sonoros y coloristas se les asocia una "ideología marcadamente tradicionalista" que exalta los ideales de la nobleza, las gestas propias del medievo o los altos momentos del Imperio. 

El teatro cómico:



Los tipos y ambientes castizos que habían sido la protagonistas de los cuadros
costumbristas propios del Romanticismo vuelven en este momento a la escena de la mano de  autores como 

Los hermanos Álvarez Quintero ( Serafín y Joaquín ), nacidos en Utrera
(Sevilla) y que presentan en sus obras la imagen de una Andalucía totalmente superficial, llena de tópicos y falsa en cuanto a la supresión de cualquier tipo de referencia a los problemas económicos y sociales
  
Carlos Arniches (1866-1943 ). Por una parte produce sainetes ambientados en Madrid y por otra parte escribe lo que él mismo denomina "tragedia grotesca", obras en las que se mezcla lo cómico con lo conmovedor.

El teatro del grupo del 98

Aunque algunos miembros del grupo del 98 intentaron escribir un teatro diferente, sus experiencias fueron un fracaso, al menos en su época. No dejan de ser interesantes. Sobre todo las de Unamuno cuyos personajes poseen el mismo perfil atormentado de los protagonistas de sus famosas novelas, y  las de Azorín.
Sin embargo, en el grupo del 98, aunque en ocasiones no se le vincule a esta generación, aparece una figura que revolucionará todo el teatro contemporáneo y que servirá de referente para la evolución de este género a lo largo del el siglo XX. Se trata, como no, de Don Ramón María del Valle Inclán.


El esperpento:

Hacia 1920, se produce un cambio en la trayectoria literaria de Valle Inclán. En este año publica cuatro obras teatrales decisivas : "Farsa italiana de la enamorada del rey", "Farsa y licencia de la Reina Castiza", "Divinas palabras"y "Luces de Bohemia":

- La primera mezcla la fábula sentimental y la caricatura punzante con personajes que, con algunas excepciones, son grotescas marionetas.

-La segunda obra citada es una despiadada deformación  de la corte de Isabel II, tema recurrente también en sus novelas del "Ruedo Ibérico".

-"Divinas Palabras" es un violento drama situado de nuevo la Galicia rural ante el espectador desfilan toda suerte de deformidades morales y sociales, mientras los personajes se expresan con un lenguaje desgarrado y brutal.

-Ya en estas tres obras se pueden ver trazos "esperpénticos", pero es "Luces de Bohemia" la primera a la que el propio Valle Inclán da el nombre de "esperpento". Con esta palabra cuyo significado  entonces era el "persona o cosa extravagante, desatinada o absurda", designa el autor a esas obras suyas en las que lo tragedia y burla se mezclan con una estética que quiere ser "una superación del dolor y de la risa". 


La importancia de Valle dentro del teatro contemporáneo es excepcional. Si en sus comienzos compartía con Rubén Darío la estética modernista, el tiempo le llevó a maquinar un "arte de ruptura", libre , abriendo caminos que más tarde serían seguidos. Valle fue más allá de lo establecido en las convenciones estéticas de su tiempo y no se dejó doblegar nunca a los prejuicios de los públicos o de los empresarios. Por ello es considerado como un "vanguardista" que se anticipa  a las nuevas tendencias del teatro occidental posteriores a la segunda guerra mundial.

Para finalizar el satanismo de Valle-Inclán no es solo visible en las posturas y comportamiento de los personajes de algunas de sus obras y en general de los literatos simbolistas decadentes y modernistas, si no que a veces los mismos personajes lo dicen como si incluso alardearan de ello.
En este tema, como en todo, Valle nos muestra una amplia gama de detalles y matices, ya que los rasgos de profanación de lo sagrado, la mezcla de religión y erotismo y el sarcasmo, no se encuentran siempre en la misma medida de intensidad.
Podemos apreciar cierto cinismo, pero con gran mesura, sin llegar a lo blasfemo.

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